El sacerdote de la parroquia Cristo Obrero en Miraflores, Joel Chipana Palomino, de 52 años, fue denunciado el pasado 8 de abril por internar abusar de su empleada.

Según la acusación, el eclesiástico habría llevado a la mujer hasta la vivienda de su hermana, ubicada en el sector de Deán Valdivia del distrito de Cayma, para que lave las albas (indumentaria del párroco) y manteles.

La denunciante narró que el sacerdote la invitó a ingresar a una habitación para que sacara las prendas que debía lavar. En el dormitorio, el cura le contó que su familiar no se encontraba en el inmueble porque había viajado Lima, mientras se acercaba a la joven y comenzaba a tocarle la espalda y otras partes del cuerpo.

Este hecho generó el rechazo de la mujer, quien lo apartó; sin embargo, el varón se habría quitado la casaca para intentar ultrajarla, pero antes le ofreció dinero para tener intimidad, según contó la agraviada.

Finalmente, logró escapar de la vivienda y denunció al párroco en la comisaría de Deán Valdivia. Dos días después, el presunto agresor también acudió a la dependencia policial para acusar a la joven por el presunto delito de hurto agravado por supuestamente sustraer objetos de valor de la casa de su hermana.

Desde el Arzobispado de Arequipa informaron que el cura fue suspendido mientras duren las investigaciones.

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