Muere cachalote varado en San Bartolo pese a esfuerzos por salvar su vida

Las autoridades locales están en coordinaciones para deshacerse del cadáver del cachalote
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El cachalote que en la madrugada del martes apareció varado en una playa de San Bartolo, al sur de Lima, terminó muriendo a pesar de los esfuerzos de especialistas y de la Armada peruana por salvar su vida.

El espécimen, de pocos meses de vida y unos 4 metros de longitud, fue devuelto al agua y luego remolcado a mar abierto, pero ya no tenía fuerzas para seguir por sí solo y, tras haber perdido mucha sangre por diversas heridas, acabó varada en una playa vecina donde falleció.

El anuncio de la muerte del animal lo dio el activista Carlos Yaipén, veterinario de la ONG Organización Científica para la Conservación de Animales Acuáticos (Orca), que asistió al joven ejemplar desde que fue avistado a primera hora de la mañana en el balneario de San Bartolo, a unos 50 kilómetros al sur de Lima.

"Estuvo dos horas por lo menos con un sangrado profuso del lado derecho del vientre. Tenía heridas producidas por elementos punzocortantes en esa zona", expresó Yaipén.

El veterinario afirmó que una de las heridas que el cachalote tenía en un costado no era solo por el roce con las rocas de la costa sino que estaba causada por un depredador que la mordió.

Yaipén señaló que se imaginaban que el animal no podría recuperarse de las lesiones y, a pesar de intentar que se reanimara en mar abierto, la corriente la volvió a arrastrar hasta el balneario de Punta Negra, un poco más a sur que San Bartolo.

Las autoridades locales están en coordinaciones para deshacerse del cadáver del cachalote y advirtieron públicamente que nadie se acerque a ella para llevarse trozos porque su carne no es apta para el consumo humano, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Hace tres semanas se presentaron otros dos casos de cetáceos varados en la costa norte peruana, en las regiones de Tumbes y Piura.

Primero fue una ballena jorobada y luego una cría, respectivamente, que habían quedado atrapadas en las redes de pescadores artesanales de la zona y fueron arrastradas por la corriente hasta la orilla. 

 

Fuente: Andina

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