Un grupo de trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) realizó una protesta a los exteriores del penal de Lurigancho para exigir que se adopten medidas necesarias que los protejan del contagio del nuevo coronavirus.

Una de las principales exigencias es la dotación de material de protección, pues aseguran que las que tienen no es suficiente. Un trabajador contó que no cuentan con guantes y apenas tienen alcohol desinfectante y papel higiénico.

“Lo que queremos es que vengan las autoridades y vean la problemática del personal. Esta mascarilla la tengo hace una semana, mi familia tiene temor que los contagie y aquí puede haber personas asintomáticas”, dijo uno de ellos.

También piden que se les realicen pruebas de descarte a todos, tanto al personal como a los presos. Ellos recordaron el presupuesto asignado al Ministerio de Justicia para tomar medidas preventivas de contagio del COVID-19 en los penales.

Otra de las preocupaciones es que los cerca de 10 mil 000 presos realicen motines con el fin de huir de la cárcel por temor a infectarse. “Esto es una bomba que en cualquier momento va a estallar cuando los internos o sus familias se enteren (de un contagiado por COVID-19)”, indicaron.

El ministro de Justicia, Fernando Castañeda, informó que el MEF ha trasferido 10 millones de soles al INPE para tratar la emergencia sanitaria. Ese monto se está invirtiendo, según el titular de la cartera, en la compra de mascarillas, desinfección de ambientes, compra de útiles de aseo y potenciamiento de los servicios de agua, desagüe y luz.

También dijo que se ha solicitado al Ministerio de Salud 13 000 pruebas rápidas y 500 pruebas rápidas a EsSalud para los trabajadores y agentes penitenciarios.

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